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CoreanoÁrabe

viernes, 28 de noviembre de 2014

Cristiano vs. Lionel.


El Rematador vs. el Conductor.

Me hallo ante una decisión personal que me asusta o repele a partes iguales.
He intentado escribir (o juntar letras) en una serie de ideas para conseguir dar forma a un libro, y algún amigo intenta animarme para presentarlo a un concurso y optar a unos beneficios. Pero, algo me retrae porque no me siento escritor, ni tengo demasiado interés en alcanzar un reconocimiento por esta sufrida labor, ya que no veo del todo valioso ser causa de ninguna adulación.

Se muy bien que las repercusiones de exponer un trabajo al escrutinio de la opinión pública o un jurado, pueden ser catastróficas. Pues comienzan la mediciones milimétricas sobre cada palabra u oración confeccionadas bajo la luz de una lamparilla de noche. Y no me apetece ser calificado como opinador o soñador fantasmagórico, sin una perspectiva real. Sobre todo, para no extender un reguero de burla, venganza, o en último caso de envidia.
Por eso me ha extrañado que se monte toda esta parafernalia con la entrega de un premio deportivo, como el Balón de Oro. He escuchado en una tertulia sobre fútbol, al señor José Antonio Martín Petón (reconocido anti-madridista) que Cristiano Ronaldo es un excelente "rematador"... tan sólo eso. Decepcionante.

Somos, los humanos, muy dados a poner y quitar calificativos, a criticar sin mirarnos en el espejo de nuestros propios defectos y falseados valores.
Por ejemplo, en el caso de la élite futbolística, los jugadores se borran de un partido (por unos motivos determinados) y no se aprecia ni compara con otros profesionales en otras actividades la misma acción de falta de laboriosidad. Así, no se admite que cualquiera puede involucrarse en esos días que no alcanzamos el nivel requerido y no damos pie con esférico. Aunque queramos diferenciar el ámbito económico de unos y otros como una especie de exigencia mística, aún no somos máquinas.

Bien, ya puestos a nombrar a CR7 como un buen "Rematador", propongo a Messi como un gran "Conductor". Ambos obligados a demostrar su profesionalidad (sin equivocaciones) y una voluntad de hierro con sus obligaciones profesionales, es decir, no se puede tener una mal día aunque se observe en el panorama actual una posible pérdida de rendimiento en todos los sentidos.
Podemos recordar que si bien ambos juegan en una liga de las más competidas y observadas del mundo, gracias en parte al barsa y el Real Madrid, pronto verán recortados sus propósitos competitivos, uno a perder un fuerte adversario y otro a verse jugando en una minúscula e independentista competición.

Es lógico pensar que Messi se plantee la continuación en una hipotética liga catalana contra equipos del nivel (con todo el respeto) de Sabadell, Mataró o Llagostera; especialmente si dentro de cuatro años requiere de una fuerza competitiva real para afrontar retos mayores, como ganar su único ´posiblemente` título mundial con su selección dolorida en la actualidad. Debería abandonar una situación tan onerosa y comprometida.
Al menos si los franceses con Platini a su cabeza (también su odio a lo español) no permiten al equipo extranjero acercarse a su liga nacional y patriótica. Y permitieran al barsa ganar su competición... ¡sería un ridículo inconmensurable!

Por supuesto, se dirime quién de los dos jugadores, sin duda los dos mejores del mundo en la actualidad, se alza con un trofeo que premia al mejor del año en curso. De acuerdo que ambos son igual de valiosos para sus clubes, y bien que lo demuestran sus números en las últimas temporadas, que han permitido a barsa y Real Madrid ganar importantes competiciones con su participación y sus tremendos goles.
Pero, de ahí a calificar con una palabra sus condiciones, no me vale.
Son tan diferentes, física y psicológicamente, que sería como comparar el cine de John Ford con el de Alfred Hitchcock, que tenían personajes acosados en sus producciones pero las circunstancias eran totalmente diferentes. Los escenarios planteados y el pulso de la acción o la imagen son tan divergentes que medirlos sería, cuanto menos, un atrevimiento desmesurado por cualquier aficionado.

No es que no se pueda comparar los directores o jugadores, es que aún dedicándose a la misma actividad, los espectadores no ven igual las persecuciones por el Monument Valley que un sobrevuelo de una avioneta sobre el monte Rushmore, por tanto el oficio está ahí pero la idiosincrasia personal es tan diferente como una acción con el balón en el área.
Sin embargo, ellos portan en su sangre y en sus músculos la misma pasión, y también la motivación. ¡Esto es el espectáculo!
No es cuestión de lo que representan con sus colores, ni ser más o menos atleta, pues están dedicados prácticamente en exclusividad a su físico y la técnica con el balón. Sino, su rendimiento en una temporada, con su complexión tan diferente en cuanto a la estructura morfológica de sus músculos.

Sus puntos de eficiencia en los movimientos, y sus centros de gravedad, les confieren funciones que nunca pueden ser iguales. Su potencia en el tren superior e inferior, está acorde con su altura y la velocidad en los reflejos o acciones.
Por ello, no se puede significar a uno con un calificativo, pues comparten a veces los mismos efectos de cara a portería o conducen el juego de su equipo con el máximo rendimiento posible. Generalmente, ambos no se comportan igual en el terreno de juego porque intervienen también otros factores externos, como contrario o público.
Si es cierto que en la mayoría de ocasiones, la conducción orientada en los últimos metros es más cercana a la portería en el caso de Messi, mientras que Cristiano tiene que hacer uso de unas armas que le define como rematador más completo. Pero, eso no es desmerecedor de las características especiales de los dos jugadores.
De aquí, la dificultad de significarles futbolísticamente como superior uno del otro.

Por mi parte, observo un mérito adicional en Ronaldo, pues debe enfrentarse con la envidia e incluso el odio visceral que desprenden las aficiones rivales o algunos jugadores a su alrededor, sin duda, unido al anti-madridismo enfermizo que desprenden muchos canales nacionales, y ahora gracias a Platini o Blatter también de las organizaciones internacionales. Concretamente, cuándo en otras épocas que España ganó el mundial, la afición del Barcelona no defendió la consecución del premio por parte de Casillas, Xavi o Iniesta.
Efectivamente, Messi no tiene ni un cuarto de la presión que resiste Ronaldo, ni los contrarios miden igual las entradas con uno u otro, viendo que se enfrentan al mejor equipo del mundo, el Real Madrid.

La segunda cuestión (admitiendo la calidad del argentino) es que este año del dichoso balón o becerro dorado, el ´conductor` no ha conseguido ´manejar` a su equipo ni a Argentina para lograr ningún título, e incluso ha sido superado por otros compañeros cercanos. Si desea ganar la ansiada Copa del Mundo, debería ir pensando en buscar la estabilidad, otra tranquilidad que no le condicione con la selección o se verá relegado a una despedida agridulce, como ha pasado con otras estrellas despedidas del club catalán.
Algunos defienden ese merecimiento sobre un jugador alemán, claro que sí. Pero, el problema es que se fraccionaría el voto que beneficiaría al portugués. Si los intentos de los ejecutores en los despachos no ponen de acuerdo el voto hacia un nombre en concreto, que sería considerado como una intervención mafiosa.

Siempre podemos esperar lo peor de unos mandatarios que buscan su beneficio personal, sino al contemplar ciertos comportamientos anteriores dan vergüenza ajena. Hace poco hemos visto, al presidente de la española apartando a los periodistas como si fueran moscardones, que si bien son molestos también tienen su corazoncito; mientras que sus decisiones u opiniones puedan ser ciertamente cuestionables, por no hablar de sus viajes tan de moda en el parlamento.
A mi parecer, hablan demasiado cuando les beneficia a su imagen, pero corren y se esconden cuando deben dar explicaciones de sus comportamientos. Exactamente igual que los políticos en funciones administrativas.

Así, nos encontramos según el estimado y atlético Petón, con un conductor y un rematador que dominan el fútbol mundial, con sus intenciones insaciables. Tan diferentes en lo personal como mayúsculos en su juego, recordando que ninguno es español lo cual no sumará ningún ganador de nuestro país.
A uno se le ha mantenido entre algodones durante toda su carrera, mientras que CR7 ha sido golpeado con violencia desde su llegada, pues he conocido a anti-madridistas que no tuvieron piedad desde el minuto 1 con él, despreciándole visiblemente. Y esto hay que tenerlo también en cuenta, junto con los insultos que soporta.
Ronaldo, es por tanto, el justo vencedor este año, con permiso de Messi que no triunfó con Argentina de nuevo y con su punto de mira puesto en Inglaterra. Se prevé una separación para dejar hueco a un Neymar eclipsado y una opción a la copa del mundo en Rusia. Siempre que controle su estado físico y los desaparecidos ahora vómitos, y establezca una fiscalidad acorde a su figura mundial puliendo los errores del pasado. Suerte con Mou, ;)

De momento, los aficionados disfrutemos con estos dos jugadores más espectaculares que el calificativo de mi comentario, su juego produce admiración en el mundo y debemos aprovecharlo, ya que algún día terminará su reinado en el frío cuando su brillo se apague como la vida de cualquier estrella en el universo.


Ahora a esperar que superemos al gran Málaga (con parte de la familia en tierras andaluzas) y el Valencia esté lo suficientemente unido como para doblegar a un Barcelona más flojo que otros años. ¡Hala Madrid!

martes, 18 de noviembre de 2014

Modric + Isco = Arte.

¡Modric e Isco, no versus!


Estamos en el primer cuarto del siglo XXI y pareciera que las cosas no hubieran cambiado tanto.
Desde los albores del fútbol moderno y comercial, se ha polemizado de las posibles consecuencias (llamémosles conflictos lesivos) con los jugadores profesionales cuando tienen que participar con sus selecciones nacionales... y por tanto, si caen lesionados, los
perjuicios para los clubes que se gastan el dinero de los socios para su contratación.

En el caso del Real Madrid, la cruz ha caído esta vez en un grandioso jugador de fútbol como Luka Modric (conocido por los aficionados como Lukita), un croata protagonista del gran Renacimiento de los blancos en el dominio de Europa. De nuevo, como siempre nos hemos significado. Su clase es tal que los meses que esté retirado fuera del terreno de juego, echaremos de menos sus pases y su calidad técnica. ¡Mucho ánimo Luka!

Este croata de 29 años se ha comportado de una forma ejemplar en los años que pertenece al Real Madrid, nunca ha dado un problema. Al contrario, todo lo que ha producido con sus botas ha sido un cuadro de excelentes colores dorados para el equipo, y se ha ganado a la afición. Realmente, a quién os escribe ya le pareció superior a la media de los centrocampistas europeos, mucho antes de su explosión como jugador madridista.
Nacido en Zadar, la antigua capital de la Dalmacia Veneciana también conocida como Zara, fue una ciudad imperial en distintas fases y fuente de la inspiración renacentista durante finales del siglo XIV y comienzos del XV.


Como fiel retratista de la época, Modric al igual que los pintores renacentistas venecianos encabezados por Tiziano, Tintoretto o
Veronese, ha retratado a todos aquellos que no creían en él. Incluso, ahora algunos madridistas desconfiados se decantan por enfrentar a nuestro gran jugador con otro no menos inferior como Isco. Yo defiendo a ambos y dudo del madridismo de esta gente que crea problemas donde no existen (probablemente sean infiltrados anti-madridistas, vayan a saber). Ambos son totalmente compatibles como se ha reflejado en infinidad de ocasiones en los últimos tiempos.

Zara sería bombardeada setenta y dos veces por los aliados en la Segunda Guerra Mundial, animados por el emperador Tito para acabar con el dominio italiano de Mussolini, lejos de los reflejos renacentistas de épocas brillantes. Sin embargo, no sólo su nombre sería
borrado de la nueva denominación yugoslava-croata, sino también de la cultura. Aunque, los croatas en la actualidad han perdido su
gran estrella en la selección y nosotros la magia de Luka, de los jugadores de su tierra que siempre dejaron su huella en el juego
madridista.
Un genio del Renacimiento futbolístico y camiseta blanca, que tomó la difícil tarea de la conducción del balón (tras figuras foráneas como el recordado maestro Di Stéfano, Schuster o el enorme mago y futuro entrenador Zidane) demostrando su dominio en el manierismo artístico de los grandes, un campo de visión impresionante abriendo puntos de fuga, la perspectiva y unos pases de balón milimétricos, como pinceladas en el lienzo verdoso.

Por tanto, tenemos en el Real Madrid una suerte enorme de tener un artista del fútbol con amplio reportorio y calidad contrastable.
Pero no entiendo ese intento de enfrentarle con la magia de Isco. MágIsco.
Esto no puede ser una guerra entre ´hermanos de sangre`, quizá alentada por las filas filo-catalanas o ganas de bombardear un estuario con intenciones ocultas y anti-madridistas. He visto periodistas del otro lado, casi alegrarse con el mal ajeno e intentar
detonar a un vestuario más equilibrado que nunca, o cuestionar la calidad de Modric que es una gran blasfemia. En cambio, éstos
deberán sufrir más porque dentro de unos tres meses volverá a ser jugador válido de nuestro lado. Con toda su gama de pinceles,
dejemos que recupere su pulso de artista del cuero.

Su lesión ha sido un golpe desafortunado, sin embargo, nuestro Isco es el As en la manga (junto a Kroos y los demás artistas) para
producir la excelencia artística en el fútbol de sus pies. A pesar que otro grande en el centro del campo, Don Vicente tenga cierto
escozor y recrimine su juego bonito, encima tan perpendicular como efectivo en las metas de los equipos que caen en sus regates, pases y goles. La Selección Española ha encontrado un nuevo rumbo, junto a los Jesé, Nolito, Koke, Alcácer o Morata; con paciencia aunque se pierda con Alemania en los últimos minutos, y ese entrenador que dirija la nueva etapa esperanzadora (sea Del Bosque o no, a través de otro Renacimiento en rojo y gualda) puede producir un rédito semejante al de épocas recientes, siempre que demuestren las ganas que parecen renovadas.

Es posible que Isco y todos estos grandes artistas del esférico, sean la savia que necesitaba la selección. Que demuestre con su fútbol imaginativo (casi diabólicamente surrealista) el dominio de su centro del campo, aptitudes mágicas para la elaboración de jugadas y compromiso defensivo. Todo ello es necesario para convertirse en ganador, emperador sustituto del genio renacentista y
croata, bálcanico como otros que tanto nos ofrecieron, Davo Suker, el montenegrino Predrag Mijatović, y el ahora entrenador Robert Prosinečki que luchara contra su físico castigado con semejantes lesiones a Luka.

Cuando vuelvan a estar juntos en el Madrid, veremos colorido en el cuadro o rectángulo de los sueños.
Luka, ya te esperamos... Gracias por tu gran juego.


jueves, 10 de julio de 2014

Semifinales Brasil 2014: birra y partido, celestial.


La vida es una caja de bombones.

Corre Forrest, corre... le decía aquella buena chica, que luego no resultaría tanto.
Y Forrest corrió y corrió, y llegó a dar la vuelta al mundo, has llegó a convertirse en campeón Mundial.

Sin embargo, a ella determinadas sustancias no le sentarían demasiado bien, se suele decir que personas con dificultades tras ingerir determinadas reacciones, están en un proceso muy amarillo. Es decir, les ha dado tal.
Pero, ¿y cuándo es a un equipo al que se le atraganta la ingesta?

Todo estaba preparado para la gran fiesta del año, las calles y el público exhibiendo los colores de la canarinha por doquier, el amarillo del sol brasileño se transformó en una muy mala noche, en fuego. Los estragos derivados de este amarillo han llegado a tal intensidad que no se podrán apagar en mucho tiempo, ni con las lágrimas de millones de seguidores. Las voces que van in crescendo por la playa como ritmos monótonos y cansinos piden que rueden cabezas, pero Scolari se agarra hasta el tercer o cuarto puesto. Un fracaso después del baño de cerveza.

Los excesos de la espuma de Baviera ha ahogado a los canarinhos en su propia casa, con una resaca de magnitud Siete en la escala de Blatter. Al menos la estrella principal de la bandera brasileña se quedó a resguardo de las críticas, aunque yo creo que hubiera sido lo mismo con su presencia. Aquella noche aciaga la defensa hacía más agua que el barco de pesca de Jenny.
Las consecuencias producidas por el dolor de cabeza resacoso, hace estragos y eso que Brasil participaba con uno de los equipos con menos calidad de los últimos años, en un Mundial que igualmente se ha destacado por el bajo rendimiento técnico de las selecciones, y sobre todo, de los delanteros. A pesar de los goles.

Pero los seguidores brasileños no se deben preocupar por esto, no son la única selección que ha fracasado (en parte) en el Mundial organizado en su país, la lista se va incrementando con los años. Al fin y al cabo, quién no ha sufrido un amarillo de tal magnitud alguna vez en su historia vital, a quién no le han pintado la cara de ese u otro color más enrojecido. Quién no se remendado un siete en los calzones o incluso en el alma.
Si existiera este espíritu místico y futbolero, a tenor de los rezos y las disculpas al ser omnipresente desde el monte redentor, los campos de fútbol estarían cubiertos de cadáveres vagando como almas en pena.

Mientras tanto, al día siguiente los espectadores del mundial 2014 seguían bostezando con el otro encuentro entre la mandarina mecánica medrosa y la argentina con el tango más ´querano´ o querido. No se había visto desde Nadia Comaneci, un deportista con tal apertura de piernas para cubrir la retaguardia.

Se suele comentar que, no hay que hacer más leña del árbol caído.
Los brasileños que despidieron a otras selecciones (del ridículo) con cánticos y celebraciones ostentosamente hirientes, e incluso insultos, se han visto pagadas con la misma moneda del deshonor y la flatulencia de aquellos seguidores que maltrataron. Diente por diente, vértebra por vértebra.
¿Cómo va el partido entre Argentina y Holanda? Zzzzzz, eh! Bah.
Aquel incalculable en lo doloroso siete, van a tardar en zurcirlo para tapar las vergüenzas de sus llamativas camisetas, y por ende de la bola del mundo de su bandera, fiel imagen de las siete maravillas futbolísticas de antaño. Pelé, Tostao, Sócrates, Zico, Ronaldo, Romario o Ronaldinho. Quién los ha visto y quién los ve ahora.

En la otra semifinal, siguen jugando todavía. Ahora la prórroga, en el campo el árbitro esta silbando una cancioncilla que rezaba la siguiente estrofa: Pasividaaaad, de tenerte en mis botas... musitando palabras de amooooor.
La gente bosteza y se da por aludida, digo eludida.

Y es que, en la derrota (y más con tanto bulto en la portería) se reconocen los propios errores del pasado, del oportunismo ante los caídos en otros campos y la vergüenza que parecieron las aficiones a miles de kilómetros con los brazos y la cabeza caídos. Y la historia es impasible ante los perdedores, sean del color que sean, les devuelve la afrenta con el tiempo y el destino con su infortunio se agrava multiplicado en los dolores, como consecuencia de fracturas mal reparadas. Huesos por huesos, mancillados en su amor propio.
Los gatos sabemos mucho de esto de las vidas y los sietes.
Pues los felinos, se relamen de soslayo viendo caer a los "canaritos" desde lo más alto. Otro momento llegará para el bis a bis.

Argentina y los Países más bajos que nunca, se la juegan a penaltis. Van Gaal que gran entrenado es, pero tiene un geranio entero en dicha sea la parte. Y los argentinos tienen más tablas tirando penas máximas que Maxi Rodríguez. Messi gol de penal, Kun otro, y Maxi a la final. Montero se consagra como nuevo héroe de los porteros, y van ya tropocientos mil.

Como todo se magnifica en la vida y el deporte, existirá épica a raudales entre las dos Aes mayúsculas del fútbol, frente a frente, en un baile entre el tango o la polca alemana. El fernet y la rubia. La revancha porteña de hace cuatro años cuando cayeran por cuatro goles en el equipo dirigido por entonces, por el extravagante Diego Armando Maradona.
Hoy la magia del 10, la debería conducir un desaparecido y congelado Mesías del cuadro albiceleste, pero enfrente estará el rodillo triturador pica carne, y tapioca, para rellenar las salchichas de Frankfurt.
Será un partido de defensas o de atacantes, ya veremos. Seguro que Alemania no lo tendrá tan fácil, y además puede que el fideo se les atragante en la sopa, con un defensa más recia que la brasileira. Será cuestión de sangre porteña, sudor y lágrimas.

Esperemos que la final sea como una corriente de aire fresco, en la que sentados podamos saborear el bombón más delicado y aromático. ¡Qué haya buen fútbol, porque emoción la habrá seguro!

Y un especial recuerdo para el jugador argentino-español que cambió la historia de este deporte, fue el primer jugador con un estilo moderno en el mundo y un crack. Además, se fue como el tango tranquilamente, sin apenas hacer ruido, como si no quisiera interferir en la final de la Copa del Mundo. Hasta siempre viejo, gran capitán Alfredo DiStéfano nacido el 4 de julio de 1026 en Buenos Aires, fallecido el 7 de julio de 2014 en Madrid.

WC 1958 West Germany vs. Argentina 3-1


Argentina 3 Alemania 2 Mundial Mexico 1986

martes, 8 de julio de 2014

Mundial de Brasil: el posible empate Europa - América del Sur.



Europa 2 – América del Sur 2

Empate técnico entre la mayores potencias, por la historia y por la manera de crear figuras futbolísticas mundiales de primer nivel y por la mayor competencia entre los clubes que pertenecen a las distintas delegaciones nacionales.

El fútbol profesional de selecciones, año tras años o mejor dicho cada cuatro, demuestra con evidente rivalidad a los dos continentes más pletóricos y dominantes en este deporte rey, con millones de seguidores en ambas partes del Atlántico. Este Mundial de Brasil 2014 no ha hecho más que evidenciar este dominio (aún abrumador) ante países emergente que no acaban de rematar la faena en otras partes del mundo. Los europeos han evidenciado, sin embargo, las dificultades que se les plantean a sus países cuando tienen que competir en tierras americanas, con el cambio de estación, aclimatarse en pocas semanas, y la baja forma física tras sus competiciones domésticas, acentuadas en diferentes equipos con aspiraciones. Por no comentar las escasez de ganas a la hora de demostrar su competitividad.

Por el contrario, se envidia la lucha de algunas selecciones (llamadas menores sobre todo en Sudamérica) que han demostrado competencia y entrega a raudales, una evidencia de campeonato, con jóvenes deseosos de demostrar a sus países su valía y calidad técnica, con superior derroche físico, incluidos los anfitriones. Así, cayeron con honores Uruguay, México, Chile, o más recientemente Colombia y Costa Rica. También han sido competidores en estrellas emergentes con nombres que ya suenan para posibles fichajes millonarios fuera de sus fronteras o a clubes más poderosos. Muchos ojos han estado pendientes de ellos, y entre todos se han alzado las figuras de jugadores especiales por sus características como Keylor Navas, Carlos Bacca, Arturo Vidal, Toni Kroos o James Rodríguez.

Otras naciones poco pujantes en la vieja Europa han competido hasta los cuartos, dejando atrás a otras con mayores éxitos mundialistas y favoritas para grandes cosas en este torneo brasileiro como fueron Bélgica o Grecia pasando por encima a los fracasos de Italia, Rusia, Portugal o España, menos Francia que ha demostrado nivel competitivo.

Las grandes batallas de estos cuartos se han dirimido con predominancia de juego insulso en los choques matinales y principalmente de los grandes favoritos (reconocido por casi la mayoría de periodistas especializados), con un Brasil bastante desconocido y una Argentina buscando la gloria de su mayor figura, demasiado pendiente de él más que del juego en equipo. Alemania y Holanda se convierten en las mayores amenazas para las selecciones con ímpetus de triunfo local. Por el continente, sea dicho.

La amazona de acero y los tulipanes o naranjas mecánicas, ha pasado con ciertos apuros también, siendo los germanos quizá los más en forma para la gran final. Pero, la brillantez ha sido esporádica en todas ellas, ha prevalecido la lucha de los contrarios en teoría inferiores, y los choque matinales entre monotonía y aburrimiento, se transformaron en tensión y nervios en los extensos partidos de la tarde, con prórrogas y penaltis incluidos. Aquí es dónde los porteros han brillado, como durante todo el campeonato, tanto de los vencedores como de los vencidos. Un Mundial de guantes.

En semifinales llegaron los que son y los que deberían ser, los campeones con más entorchados y el eterno deudor de alguno de ellos en tiempos pasados, juego de “oranges” o de tronos mundiales. Un empate entre la concepción del fútbol europeo clásico y la individualidad creativa, nos llevará a una final entre posibles enfrentamientos oceánicos, o se debatirá entre cada costa, tanto la americana como la europea serían grandes finales. El toque con presión desde el medio campo potente o la calidad de botas pagadas por oro, al otro lado del charco por sus clubes más ricos. ¿Será o no el Mundial del Maracanazo?

Lo que sí es el término para algunas grandes figuras caídas en sus batallas particulares en dificultosos partidos para el árbitro (siendo rigurosos con las artes exhibidas por los jugadores en el campo), Di María o Neymar están K.O., con sus lesiones en los duros encuentros a las que sumar una importante por acumulación de tarjetas del central Thiago Silva. Decisiones complicadas para árbitros con poca personalidad ante tanta responsabilidad. Demasiados ojos contemplando este deporte, demasiado miedo al equívoco, demasiado engaño y teatralidad en el juego.

El mundial en números. Solamente el partido de Bélgica contra EEUU fue visto por más de 22 millones de espectadores de Norteamérica, un auténtico récord.

En Brasil ha habido una asistencia media de 52.762 espectadores en los campos (algo inferior al de USA), al igual que en los canales de televisión de todo el mundo. Más 3.600 millones de personas verán los diferentes partidos de este mundial al menos un minuto, cada vez más televisivo, uno 190 por cada encuentro en 73.000 horas de transmisiones. Eso sin contar, a los posibles no medidos en los diferentes establecimientos públicos.
600.000 turistas en el país de la samba a ritmo de goles, 80.000 verán la final dentro del estadio de Maracaná, después de las remodelaciones. Pero, mantiene el récord de asistencia in situ, en 1950 con el célebre maracanazo con 199.854 espectadores en el partido que Uruguay derrotaría a Brasil por 2 a 1.

Para la final de este 2014, tendremos que esperar unos días. Primero Brasil con sus 5 copas mundiales, pero sin su estrella principal se deberá medir a una potente Alemania triunfadora 3 veces. Sólo puede quedar uno, porque mañana la otra semifinal dirimirá el otro participante de la gran final del Mundial brasileño, entre Argentina ganadora dos años contra Holanda (Robben vs. Messi) que aspira a conseguir su primer título tras haber caído en semifinales en 3 ocasiones.

Este empate 2 - 2 entre equipos europeos y americanos, por ahora tiene un ligera ventaja en cómputos generales con 9 para sudamericanos (Brasil 5, Argentina 2, Uruguay 2) a favor de las selecciones europeas con 10 (Italia 4, Alemania 3 y Francia, Inglaterra y España con 1 respectivamente). Así, podríamos caer en un empate técnico general.
Mucha suerte a los participantes.

martes, 24 de junio de 2014

El Final de la Cuenta Atrás: España.


El fútbol y la ciencia ficción.

En 1980 un director llamado Don Taylor, que en sus primeras épocas en Hollywood actuaría en películas clásicas como Naked City, Infierno en las nubes, Stalag 17 o El Padre de la Novia, pasaría a su faceta de director con varios filmes de ciencia ficción. Huida del Planeta de los Simios, La Isla del Doctor Moreau, Damien: La Profecía II o la recordada por todos El Final de la Cuenta Atrás.
Hoy en 2014, me ha parecido ponerle este título al presente comentario sobre deporte y efectos atmosféricos, tras la tormenta y el estruendoso trueno de anoche.

Muchos aficionados al balompié y a la selección española, habrán despertado sobresaltados con la potente explosión de la atmósfera veraniega, y porqué no recordar esta mañana al largometraje interpretado por Martin Sheen y el capitán Matthew Yelland de Kirk Douglas, dos jefes mayores de la marina estadounidense embarcados en un portaaviones que existió realmente, y de nombre USS Nimitz en honor a un jefe de la marina en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.

También existió el relámpago que impactara en el fuselaje del avión que devolvía a los jugadores a territorio hispano. Pero, muy diferente es que cayeran en esa especie de agujero espacio-temporal, un agujero de gusano para cadáveres vivientes en busca de sus vacaciones estivales. Podría haberse tratado del recuerdo de un viaje en el tiempo cinematográfico, aquel navío moderno se trasladó a una época dónde podría haber cambiado la historia del ataque japonés a Pearl Harbour, creando una paradoja en la historia de la guerra.
Sin embargo, sólo se trató de un pequeño susto. No hubo cuenta atrás, ni llegamos a la final de la Copa del Mundo.

Si hubiese sido una película de ciencia ficción, los componentes de la armada o Furia roja, tendrían la posibilidad de cambiar la triste historia de 2014. Bastando tan sólo unas pocas semanas, verían los errores cometidos en tiempos pretéritos, y el capitán del navío hubiera tenido la opción de cambiar los peones del tablero de juego. Cambiar el guion decepcionante, casi sonrojante, ante la caída del ataque de la Naranja Mecánica, entrando como cuchillo candente en nuestra defensa de mantequilla.

El capitán Vicente Del Bosque al mando de la nave, se hubiera hecho cruces (o no, tal vez) tachando de la lista a algunos elementos distorsionadores de la realidad, no convencidos de sus posibilidades, algo encorsetados y envejecidos. Los héroes de Curitiba, podían haberse trasladado a otra localidad más calurosa para adaptarse a las condiciones de la batalla, quizás la Federación española de fútbol, habría cambiado los planes y las temperaturas.

No hace falta remontarse muchos años como en el filme, solamente unas semanas tras vencer el Real Madrid en la final de Champions (aunque muchos antimadridistas preferirían unos segundos antes al gol de Ramos), despertar del antimadridismo enfermizo. Cambiar los planes.
Hubiera bastado unos días tan solo, cuando el equipo se enfrentó a Chile y se necesitaban piezas más motivadas, la unión de unos centrales ´descentralizados´, poner la maravilla en el campo en sus últimos momentos en la Furia en lugar de una Costa medio baldía y sin mordida; o devolver a Casillas su flor.

Muchos se conformarían al día que Del Bosque da los nombres en la lista, emerger en su mente tormentosa y elegir a otros candidatos que quedarían fuera de la competición más prestigiosa habiendo hecho un gran año deportivo. Ponernos en su lugar, pues él no hubiera cambiado su opinión de morir de nuevo con las viejas y gloriosas botas puestas. Algunos se volverían más allá, mucho antes en el tiempo, antes que las regiones o comunidades ruinosas de esta España actual, pobre, se volvieran las unas contra las otras, y se lanzaran a pelear por una secesión que acabara con la idea de la unión y la Furia. Ganar solamente con tiki-taka quedó en la historia.

Unas horas antes, minutos en vuelo, las caras hubieran cambiado de gesto. Las palabras gruesas y los insultos con componentes que parecen más críos ricos que luchadores se hubieran ahogado en el océano del olvido, la mala educación no hubiera triunfado, ni las caras largas por sustituciones en los últimos coletazos de carrera, ni los reproches por decir la verdad en los micrófonos, probablemente, las posiciones que nos separan sin posibilidad de acercamiento personal no estarían ya en bermudas, unos viajando y otros con sus chicas en la playa. Vaya equipo, vaya tiempos.

Ahora, nos queda rezar para que ese relámpago no fulminase a los nuestros en vuelo, hubiese sido un final demasiado ruidoso y macarra (ver a Jordi Alba calcinado junto a Matallanas, qué terrible encuentro de puños) dos bombarderos enfrentados en pleno vuelo. Las elementos se confabularon para el recuerdo de la gran pantalla y unos nombres que se hicieron pequeños, menos tres y sus chicas, que quedarían con el molde y el bañador puesto sin billete de vuelta.
Por tanto, si el rayo golpeando el avión hubiera devuelto a los nuestros al pasado, tres no se hubieran teletransportado, y por consiguiente no hubieran podido jugar en el campo de batalla brasileño. Ese supuesto túnel marcaría un destino vacacional para ellos, con sus bermudas y chanclas, uno en la Costa, otro moviendo las caderas junto a su amigo de saliva en otros tiempos.

El capitán, en ese caso, no hubiera tenido más remedio que sacar a jugar a los que quedaron con la Furia en el cuerpo y en casa.
Pero, esa es otra historia, una de película de ciencia ficción.

Europe- The Final Countdown.



viernes, 20 de junio de 2014

La Gran Evasión: La gran caraja del Marca y España.


Del desembarco del Rey a la Marca del Lobo.

Un día antes al Desembarco del Rey (por otro lado, aquella ciudad televisiva y capital de los Siete Reinos, localizada en la costa este de Poniente, sede del Trono de Hierro en la Fortaleza Roja y por tanto el asentamiento del Rey), mi comentario iba a ser una oda a la estrella y a un equipo. A un entrenador que cogió lo heredado por el gran Luis Aragonés y que marcó un camino para los designios futuros del fútbol español. Heroica imagen de una estrella como las muchas que interpretaron la película de John Sturges, con Steve McQueen a la cabeza.
Un émulo de Vicente sin guante pero con pelotas, con la que jugaba a las mil maravillas. Eran otros tiempos, tiki taka.

Sin embargo, un titular dos días después, sólo ha hecho falta un titular del periódico deportivo Marca (firmado por D. Alberto R. Barbero, redactor jefe del Atlético de Madrid, con su actitud más panfletaria) seguramente indignados por perder la final de Champions en el minuto 92 y treinta y algún segundos. Mi desembarco tras tan épica coronación es la represalia.
Estos perdedores cargan las tintas sobre Xabi Alonso, probablemente no ha estado a la altura futbolística en este campeonato mundial. Pero, ¿es qué acaso el gran delantero de orígenes brasileños Diego Costa ha sido la punta de lanza añorada? Los rojiblancos le deben mucho, pero los ex ante los rojos chilenos o los naranjas. Vamos no me fastidies Barbero y rasúrate con más esmero que se te ven los malos pelos.

Aquí, en Curitiba ha habido una Gran Evasión en masa.
Alonso sólo ha cantado las verdades del barquero (no del Barbero) y ha señalado una falta de aptitud evidente en toda la selección, por supuesto que no ha hablado de los que no han jugado pues no creo que el medio centro del Real Madrid se refiriera a ellos.
Y bien, ahora este periódico dirigido por un amigo personal de José Luis Zapatero y de querencias blaugranas también, viene ha recordarnos que Xabi ha cometido fallos en el partido ante La Roja, mientras la Furia quedaba con la cara pintada por sus vergüenzas en equipo.
Mientras, otra delegación, en concreto la Federación Española de Fútbol emigra de las críticas después de haber llevado a nuestras camisetas estrelladas a una concentración con más diferencia de temperatura que en Sudáfrica, para hacérselo mirar entre sudores y bajonazo físico.

No sé definir muy bien como me encuentro, ante tanta desfachatez de Marca.
Algo semejante a un pequeño bastardo del Rey, en plena resaca de un Lío en Río, macanudo. O Maracanazo, no sé.
Como aquel valiente que planea un agujero para la tocata del tiki taka, curra para la gran evasión de todo el mundo, y luego, ¡zas en toda la boca, el miedo a la oscuridad! Con tanta estrella y tanta leche de primas. Ahora, me invade la furia.
Cada vez que ocurre algo en la selección, es culpa de los madridistas de turno. Cuando somos lo que somos, una nación desorientada hacia el desembarco y la zozobra conjunta. O hay mucha diferencia con un Inglaterra en fase de secesión, unas naciones balcánicas o eslavas, o incluso, una Rusia y países satélites a golpes de piedra. Por no hablar de algunos países africanos en guerra.

Dos días, tras la fuga y algunos periolistos se apuntan el tanto del anti. Como si una república lo fuera a arreglar todo, más estrellas, más economía y trabajo. Viva. Mirad a Brasil, Argentina o revoluciones sudamericanas y el fútbol que practican.
La única verdad es que la selección de los elegidos Del Bosque, al sur y el norte, se hundió irremisiblemente. Le entró la cagalera nada más meterse en la boca del lobo, sin Gran Familia unida, ni moros en la Costa, ni cintura que se moviera enérgica a los ritmos de la Shakira de turno. Todo parado.
Aquellos hombres hechos y derechos, se comportaron como niños jugando en el patio del colegio, y muchos amiguetes les aplaudieron porque... no se puede hacer crítica tras los éxitos. Vamos no me...

Por tanto nos han brindado más evasión que diversión, parecía que llevaron los bolsillos del pantalón repletos de arena de la playa. Y aunque yo salté con el gol del gran Iniesta como el primero (no puede negar pensar como Xabi, sino le están apartando de la senda española), la presión se ha transformado en blandura. Nos hemos comportado como bollitos tiernos, lejos del rocoso Pan de Azúcar, edulcorados, ´aflanados´. Tostaditos, enchironados, muertos.
Bien es cierto que, nunca dimos grandes pasos por tierras latinoamericanas en la historia del balompié, y que los aficionados chilenos nos superaban en miles por fuerza y cánticos, pero los españoles nunca habíamos bajado así los brazos. Mirad con el calor africano hace cuatro años y el de tierras ibéricas por estos meses. El misterio está servido.

Según Marca, la culpa se debe a la boca de Xabi Alonso, por crear mal ambiente. ¡Vamos, qué bocazas! Ha sido una bonita jugada evasiva de este "gran y creíble" diario deportivo.
Como reporteros aburridos ya, de unas vacaciones por tierras amazónicas y periodismo amarillento. Hartos ya de mojitos, quieren echar fuego en las tierras más frías próximamente, en el Norte, (pero Federación recuerda que en estos meses también puede hacer calor, no vayamos a Siberia a entrenar), y marquistas a por el vodka con naranja.
Próximos territorios inhóspitos para esta patética de hoy, esperemos con clase a la nueva Furia española. O república de naciones, o no sé qué, no sé cuántos.
Por si acaso, antis, id afilando los cuchillos contra Carvajales, Jesés o Moratas. Y empezaran, vaya con el ex tiki-taka (acaso Costa jugaba a esto, lo hará evadido a tierras británicas). Otro desembarco de reyes, más revoluciones y más huevos... de dragón.

Nueva sangre. Este relevo que hubiera debido ser menos traumático, será el reflejo de una nueva nación que no sabe hacia dónde va. Los periodistas seguirán marcados por sus colores, con un nuevo vecino del Sexto, con más aficionados bastardos como yo que se quejan por todo sin motivo, o no.
Habrá otros Xabi Alonso, señalados y evadidos por algunos compañeros (excepto Arbeloa). Pues venga, lo habéis hecho perfecto, un gran túnel para la evasión a la playa.
Barbero con Del Bosque y amigos, habéis muerto con la corona de oro fundida en vuestras cabezas. Hicisteis oídos sordos a los avisos y al cambio regenerador.
Ya es tarde, esta evasión fue predestinada al fracaso estrepitoso. Otras fuerzas, germanas o brasileñas, italianas u holandesas, se harán con la victoria en este Juego de Tronos. Juego con más pelotas.

Ahora, quememos las naves.
La Costa nos espera lista para el desembarco de las tropas en bermudas y chanclas.
Entonemos los himnos de moda veraniegos, bailando al son que nos toquen los demás. Una rubia o un zumo de naranja mecánico, una caipirinha, Lambrusco o Borgoña, el caso es pillarse un colocón que nos evada de la realidad. Bye Brasil, no nos fue bonito.
Y, señores del Marca... menos lobos.


sábado, 14 de junio de 2014

España: Hasta que llegó nuestra hora.

Separados, por los suelos y sin pique.


Rosquillas: ¿la lista o la tonta?

Este país es un conjunto de extremos, uno en cada punta.
Separados por unos cientos de pasos, los suficientes para que uno de esos rodillos de paja del lejano oeste, pase rodando entre una humareda de polvo. Vaya polvazo, redondo y perfecto rosco andante. Y un silbido en la lontananza.
Dos miradas a lo western de Sergio Leone, dos centrales como colosos armados de suficiencia, dos amantes calculados que se ponen los cuernos por venganza, por celos.
Dos postres a elegir, no culpa de Casillas sino rosquillas, la lista o la tonta. La lista de del Bosque, o la tonta del saco, que ni está ni se la espera. El alma de la Roja.
Es nuestro estado actual, parados.

La lista del entrenador español es un reflejo de este país de contrastes.
Unos que fueron o parecían amigos, el amiguismo en esta sociedad entre centros y mediterráneos. Y otros que no lo son y no estarán. Porque no pertenecen a ese estado litúrgico que es la casta del tiki-taka. Es cierto, funcionó en su momento pero, ¿si no se corre de que sirve?
Es como el caballo del malo cabalgando por el Monument Valley, que si, que pone intención, y malas pulgas el jinete. Pero el pobre animal sabe que no va a coger al bueno, ni con herraduras de nitro.

Los de la tonta, se quedaron en casa, una casa de locos esta España.
Porque ya no existimos como color ni como nada, sólo coexistimos en una reticencia de dolor y vergüenza ajena. Como aquel vaquero al que colgaron su padre de una soga, mientras sonaba la sintonía de un reloj, balanceándose y chocando sus botas ´espueladas´. Así, tris tras, tiki taka... ser o no ser, he aquí la cuestión.
Ya no somos nada, mal que nos pese, pues nuestros padres murieron quemados en aquel poblado atacado por los indios anaranjados, Toro van Persie y Roben cabreado. Mientras, solo nos queda recordar los viejos laureles, cuando Xavi no se arrastraba por este campo de batalla (ahora es medio mi amigo el fantasma), cuando no decían en público lo malo que es Xabi Alonso y se lo quitan de encima en mitad de la jornada (mirando Casillas para otro o el mismo lado), cuando Torres era el niño y no el error en persona.
O cuando Iniesta se sentía español, y Villa llevaba sus botas con la bandera, ahora republicana. Viva Pancho Villa. Viva Tino Costa el ariete cabeceador de contrarios, va a su ritmo con su propia harmónica.

Ahora no es el momento de meterse con Casillas, es el reflejo de la vieja España.
Nunca fue bien por arriba, eso ya lo advertimos muchos antes de ganar Eurocopas y Mundial. Él no tiene la culpa de esta selección (en parte es el verdadero chicho de la harmónica), el jefe lo otea todo desde su Bosque que no le deja ver el horizonte, ni de los cincuenta metros de distancia en el cierre de la defensa.
Si Piqué y Ramos, se miden, se retan, se odian... no pueden evitarlo y algún día esto iba a reflejarse en la pradera sangrante de los muertos vivientes. ¡Hey saca el revólver, pistolero!.
No sácalo tú, si tienes lo que hay que tener, que a mí me da la risa. Hahaha, nos partimos. Por la mitad. Y claro, nos hundimos con cinco como hubieran podido ser 10 lobitos. Él de la mano sigue con sus cuentas particulares.

Este es el panorama que vamos a tener en los próximos años españoles.
A no ser que del Bosque pode la mala hierba, se ate lo que no se puede unir, se corra más para poner derecho (suena pornográfico, pero es así, el sexo se hace con la cabeza y estos la han perdido hace algún tiempo) lo desfasado, inyectar la sangre vengadora.
No está todo perdido siempre que se encuentre el remedio a antiguos orgullos. Se elimine el ferrocarril invasor, tiki-taka, tiki-taka.
Aquel hijo que perdió a su padre colgado de del maldito árbol, zarandeándose con la dichosa musiquita sin letra, guarde ese deseo en sus ojos. Como un himno que ya no suena a nada, aunque la mayoría no tiene interés ni ganas.
Somos en lo furbolístico, lo que la sociedad aparenta, un fracaso de presente y una ruina de futuro. Cada uno por su lado, como Henry Fonda y sus ojos azules retando al chino Charles Bronson, con su mirada perdida de odio infinito y el instrumento afinado.
Somos Buzz Lightyear, es decir, muñequitos rotos. Con muchos artefactos que hacen ruidito, tiki-taka... tiki-taka, pero que en el fondo somos plástico y una lucecita como un pequeño led rojo.

Saquemos el espíritu del viejo vaquero derrumbado, olvidado y vilipendiado. Abandonemos el Valle de la Muerte y volvamos al desierto de Almería. Arrojémonos en brazos del orgullo y la casta, no esta que dirige sino aquella casta. La del Woody de madera articulado con botas letradas en su suela con el nombre de aquel ser querido, ahora asesinado en el tiempo adulto.
Y otra musiquilla nueva sonando... Hay un amigo en mí. No más miradas de rencor y odio, hasta el infinito y más allá. Despierta viejo pistolero, esto parece un sueño.

Ya que no me lo creo, es nuestra impronta actual.
Practicamos el amiguismo barato, el ráscame y te rasco. El mírame y te mato.
De algunos "periolistos" que a veces parecen tontos, cada uno por su lado. Cuando dependen todos de la dichosa pelotita, de los mismos vaqueros y se comen la lista tonta, mientras las rosquillas bañadas de azúcar fondant con un sirope de glucosa, zumo de limón y huevo batido, se quedaron en casa. Rico, rico.
Por tanto, creo que la única Roja puede ser Chile y nos mandará a casa con un antiguo reloj recordado, metido en nuestras posaderas.

¡Viva la Roja!... vaya ridículo mundial.




viernes, 13 de junio de 2014

Mundial 14: Tropas de Élite.


Tropas de Élite, mundialistas. (Por Nino Martínez)


El director brasileño José Padilha, nos avanzó como podían resolverse los asuntos desagradables en su país, Brasil. Inolvidable organizador del Mundial de Fútbol 2014 y de las revueltas contra la marginación y las diferencias sociales y laborales en la actualidad más palpitante. Como un punterazo en un balón que botando como playero se cuela en la portería contraria. Un señor puntapié en el trasero de los cariacontecidos croatas. Así se quedaron con la foto.

Este Mundial que pareciera jugarse en las playas de Ipanema, tostándose cuerpos divinos al Sol de latitudes ecuatoriales, desde terrazas barridas por olas calurosas de enfebrecidos e irritados soldados enmascarados, dejan un aroma a tostada no por el sol más bien por el cóctel preparado. Tácticas de guerrillas contra las tropas de aquel BOPE cinéfilo, cargados de balas explosivas de intimidación que estallan en el rostro de cualquier transeúnte, o aquellos bajados de las favelas de Río que destrozan entidades del supuesto capitalismo de élite. Golpes con la zurda como los míticos brasileiros de pies chicos y zapatazos por la escuadra.

El jogo bonito se propicia más por garrotazos que por taconazos, menos por garotas que por carotas. Cariocas del esférico enmascarado de la bola que ellos llaman ´taça´ y nosotros copa, y es un hercúleo sujetado el mundo dorado, capitalista. Balones a las redes para pescar algo de protagonismo, para asustar a los turistas y para quemar la propia, con su color verdi-gualda y su Bola del mundo. Instantáneas que quedarán en sus cámaras de turismo de fútbol salvaje, otrora coronadas por atardeceres desde el Pan de Azúcar de la bahía Guanabara o de su Cristo Redentor, también vestida en otra época de la amarilla y nueves de relumbrón.

Pero, también será recordado por músicas estridentes, horteramente bailongas, pachangas de perreos a lo Pitbull que no me emocionan, por el Rock de los perdidos Pantera o el amigo Roberto Carlos (futbolista y cantante recordados por estos lares), así como por la sangre derramada de algunos golpeados, por sonido de cristales rotos a la orilla de la playa y alaridos entre el miedo y la repulsa. Una revolución de ruidos mezclados con carracas o guguzelas de antaño. Soles y sones brasileiros al fuego de los goles.
Las tropas de Élite han eliminado (o querido más bien) desterrar la pobreza y el paro, el hambre de los niños afavelados, pero les ha estallado en la bandera, como mendigos en pie de guerra tapando a las élites del balón de cuero.

Estos vuelos playeros sobre la red de Copacabana se han vuelto incontrolables, la tropa de futbolistas multimillonarios se han visto mancillados en sus juegos sobre el verde, sus camisetas manchadas con el hollín de las antorchas, quemadas por el patriotismo de escuela pobre. Ellos que se enfundan en colores por la patria, por el honor y llenan de sudor sus entretelas, que llevan el grito de millones de compañeros al otro lado del charco, se ven ensombrecidos, tal vez, perdidos.
Salvo el caso de algunos (que también los habrá, que se calzan los colores por el dorado del dinero solamente), estas tropas de élite no son exclusivas en las primeras páginas de los informativos y diarios.

La otra tropa, la de los turistas que aún conservan sus trabajos en este planeta llamado fútbol, vienen con gastos desembolsados a quilate, poseen los suficientes posibles para un viaje al Brasil de Pelé, Zico o Ronaldinho. Más estancia, alimentos bañados en mandioca y buenos crustáceos o churrascos, un Brasil plagado de carnosidad y deleite, de caipirinhas y ron coco con sombrillas desplegadas con color de enseñas.
Existe esa otra tropa, que parece oculta pero no. La de los mandamases del deporte balompédico, de adláteres de Blatter el no comandante sino general de FIFA. Ese escuadró de Élite de peladores de langostinos y dignos representantes del buen vivir y mejor yantar. Mantener su status es la misión, ante los pobres protestantes y curiosos hinchas del deporte, sofocar las posibles revueltas mundialistas con mano de hierro ninja. Sublevaciones de la manada de la gran Brasilia o Río, desde Natal a Pernambuco, aunque con ello se le salten los colores a más de uno, incluso japonés.

En fin, el negocio debe continuar con Brasil a la cabeza al ser posible, aún con ridículo inaugural por delante, seleccionar puntos a favor tan grandes como la bandera del Japón. Aquel Nishimura, que sobrevoló el área al grito de banzai, dejando el punto de penalti en propiedad de los sorprendidos defensas de Croacia ante tanto toque... de pito. Lógicamente, luego le rodearon pidiéndole más que explicaciones un harakiri conceptual, metafísico y de conciencia. Joder, es que nos han dejado el culete como tu propio color, humillado, rojizo por tanta fricción.

Hoy empezará, la tropa de Élite de la Roja (no la de Chile que se autoproclama como auténtica, una batalla en toda regla), contra los dadores de patadas en el pecho de los del Bosque, Dubois para franceses o Vincent of Wood para anglófilos. Todo aderezado con un ariete de aquí, es decir, de allá. Un lío en Río, que si llega a la final con Brasil no deseará haber marcado jamás de los jamases, una Costa para los mosquitos que pican como balones de footvolley en la Praia Vermelha, más rojo, más sangre.

Mejor sería no marcarles en la final, o que pongan al de Japón.

Hasta el próximo relato mundialista, amigos. Obrigado.

martes, 22 de abril de 2014

Excalibur y los Caballeros de la Tabla Blanca.

Cuenta la leyenda que un hombre de fundó un reino del balompié, haciendo frente a las hordas de estandarte independentista y actitudes teatrales. Acusado por las crónicas sociales dominadas por el buque blaugrana, cansado, aquel rey venido del este hundió su espada portuguesa hasta la empuñadura en tremenda roca.

Ha pasado un tiempo, y otro hombre artúrico llamado “Il grande Carletto” puso sus manos en aquella empresa quijotesca y colosal. Con una delicadeza impropia de las tierras de las que provenía (más habituadas al cadenatio) consiguió reunir a la escuadra de hombres amargados por el dominio messiánico, para convertirlos en casi imbatibles en cualquier contienda. Sin embargo, el traidor hijo de su hermanastra, una mujer del este llamada Catalana (allende los mares) observaba con celos y envidia desde su extranjero escondrijo, ahora germánico. Mordred incesto secesionista de tan sagrada tierra, también nombrado por los culés como Guardiola, el dominador del llanto y el teatro.
Es poderoso y terrible, pero, ya no tiene en sus filas al gran dominador del regate en corto, sólo su pasado de fiel escudero del argentino. Eso y la armadura dorada forjada en Alemania, será atravesada por el blanco como el color de las aspirinas para el dolor de cabeza futurible, la gran caída desde su campanario.
Resignado huyó despavorido ante la pérdida de poder, desacreditado y malherido en su orgullo, pero manteniendo la idea secesionista con su nacionalismo llevado al extremo.

Mientras, en la corte del rey Carletto, este formaba su escuadra de fieles caballeros blancos.
Guiados por su Cristiano (en momentos tan cruciales con la herida del costado abierta y dudando de su participación en el combate), la gran mesa Blanca necesitaba de otros héroes como Sir Bale la bala humana, Di María Sir del escudo Fideo, y esperando la aparición de Sir Isco de Málaga en el dominio del arma esférica. Personalmente, deseo que la batalla la decante Sir Modric con su gran control y produzca el terror en las filas contrarias pisando más las primeras filas del ataque. Qué gran enfrentamiento antes de trasladarse a la tierra de las Valkirias, emocionante duelo por las cuestiones territoriales del césped y doblegar el acero de las botas alemanas. Por Esparta o España… aunque esta es otra historia.

El gran Lanzarote en la defensa de la meta por el castillo del Bernabéu como aquel Camelot monumental de leyenda. Mientras en la sombra de todo, manejando su báculo como florete y sus artes mágicas el Gran Merlín, husmeando como ratoncito Pérez. Todos los Caballeros de la Tabla Blanca, un duelo a muerte por las semifinales del Gran Cáliz Plateado del Campeonato por la vieja Europa. Esperando asestarle al hijo bastardo tres o mejor cuatro mandobles, aunque cueste la propia vida en el desgaste. Un abrazo mortal ensartados por la lanza de los verdaderos valores, la pasión caballeresca y la sangre blanca.

Esta empresa es el primer paso, quizás, para encontrarse con el envejecido rey, por tierras bretonas de la comarca de Chelsea (que han dado un paso importante en sus aspiraciones por el Santo Grial de la Champions) con su pétrea defensa del pasado ante las atléticas tropas. Este Mou, que va paso a paso, match a match. Esperemos que sea frenado en su ascenso europeo.

Épicas batallas, desde aquí apoyando el Gato del Lago (de Polvoranca) aportando de nuevo la indestructible espada recordada por todos, glorificada en la leyenda y en el filme de otro británico no galés, más bien afincado en Irlanda. Otro caballero recordado por el nombre de John Boorman, y por su cabalgata a lo Carmina Burana. La loa del triunfo, con el sudor, la fuerza de la bala y la técnica de los Caballeros madridistas, y enseñad vuestros dientes como hienas, para reír después del triunfo.
Mañana es el día en que la Luna blanca, se debe teñir de rojo de la sangre de Múnich, su derrota.

¡Hasta la victoria final Caballeros!

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