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viernes, 20 de junio de 2014

La Gran Evasión: La gran caraja del Marca y España.


Del desembarco del Rey a la Marca del Lobo.

Un día antes al Desembarco del Rey (por otro lado, aquella ciudad televisiva y capital de los Siete Reinos, localizada en la costa este de Poniente, sede del Trono de Hierro en la Fortaleza Roja y por tanto el asentamiento del Rey), mi comentario iba a ser una oda a la estrella y a un equipo. A un entrenador que cogió lo heredado por el gran Luis Aragonés y que marcó un camino para los designios futuros del fútbol español. Heroica imagen de una estrella como las muchas que interpretaron la película de John Sturges, con Steve McQueen a la cabeza.
Un émulo de Vicente sin guante pero con pelotas, con la que jugaba a las mil maravillas. Eran otros tiempos, tiki taka.

Sin embargo, un titular dos días después, sólo ha hecho falta un titular del periódico deportivo Marca (firmado por D. Alberto R. Barbero, redactor jefe del Atlético de Madrid, con su actitud más panfletaria) seguramente indignados por perder la final de Champions en el minuto 92 y treinta y algún segundos. Mi desembarco tras tan épica coronación es la represalia.
Estos perdedores cargan las tintas sobre Xabi Alonso, probablemente no ha estado a la altura futbolística en este campeonato mundial. Pero, ¿es qué acaso el gran delantero de orígenes brasileños Diego Costa ha sido la punta de lanza añorada? Los rojiblancos le deben mucho, pero los ex ante los rojos chilenos o los naranjas. Vamos no me fastidies Barbero y rasúrate con más esmero que se te ven los malos pelos.

Aquí, en Curitiba ha habido una Gran Evasión en masa.
Alonso sólo ha cantado las verdades del barquero (no del Barbero) y ha señalado una falta de aptitud evidente en toda la selección, por supuesto que no ha hablado de los que no han jugado pues no creo que el medio centro del Real Madrid se refiriera a ellos.
Y bien, ahora este periódico dirigido por un amigo personal de José Luis Zapatero y de querencias blaugranas también, viene ha recordarnos que Xabi ha cometido fallos en el partido ante La Roja, mientras la Furia quedaba con la cara pintada por sus vergüenzas en equipo.
Mientras, otra delegación, en concreto la Federación Española de Fútbol emigra de las críticas después de haber llevado a nuestras camisetas estrelladas a una concentración con más diferencia de temperatura que en Sudáfrica, para hacérselo mirar entre sudores y bajonazo físico.

No sé definir muy bien como me encuentro, ante tanta desfachatez de Marca.
Algo semejante a un pequeño bastardo del Rey, en plena resaca de un Lío en Río, macanudo. O Maracanazo, no sé.
Como aquel valiente que planea un agujero para la tocata del tiki taka, curra para la gran evasión de todo el mundo, y luego, ¡zas en toda la boca, el miedo a la oscuridad! Con tanta estrella y tanta leche de primas. Ahora, me invade la furia.
Cada vez que ocurre algo en la selección, es culpa de los madridistas de turno. Cuando somos lo que somos, una nación desorientada hacia el desembarco y la zozobra conjunta. O hay mucha diferencia con un Inglaterra en fase de secesión, unas naciones balcánicas o eslavas, o incluso, una Rusia y países satélites a golpes de piedra. Por no hablar de algunos países africanos en guerra.

Dos días, tras la fuga y algunos periolistos se apuntan el tanto del anti. Como si una república lo fuera a arreglar todo, más estrellas, más economía y trabajo. Viva. Mirad a Brasil, Argentina o revoluciones sudamericanas y el fútbol que practican.
La única verdad es que la selección de los elegidos Del Bosque, al sur y el norte, se hundió irremisiblemente. Le entró la cagalera nada más meterse en la boca del lobo, sin Gran Familia unida, ni moros en la Costa, ni cintura que se moviera enérgica a los ritmos de la Shakira de turno. Todo parado.
Aquellos hombres hechos y derechos, se comportaron como niños jugando en el patio del colegio, y muchos amiguetes les aplaudieron porque... no se puede hacer crítica tras los éxitos. Vamos no me...

Por tanto nos han brindado más evasión que diversión, parecía que llevaron los bolsillos del pantalón repletos de arena de la playa. Y aunque yo salté con el gol del gran Iniesta como el primero (no puede negar pensar como Xabi, sino le están apartando de la senda española), la presión se ha transformado en blandura. Nos hemos comportado como bollitos tiernos, lejos del rocoso Pan de Azúcar, edulcorados, ´aflanados´. Tostaditos, enchironados, muertos.
Bien es cierto que, nunca dimos grandes pasos por tierras latinoamericanas en la historia del balompié, y que los aficionados chilenos nos superaban en miles por fuerza y cánticos, pero los españoles nunca habíamos bajado así los brazos. Mirad con el calor africano hace cuatro años y el de tierras ibéricas por estos meses. El misterio está servido.

Según Marca, la culpa se debe a la boca de Xabi Alonso, por crear mal ambiente. ¡Vamos, qué bocazas! Ha sido una bonita jugada evasiva de este "gran y creíble" diario deportivo.
Como reporteros aburridos ya, de unas vacaciones por tierras amazónicas y periodismo amarillento. Hartos ya de mojitos, quieren echar fuego en las tierras más frías próximamente, en el Norte, (pero Federación recuerda que en estos meses también puede hacer calor, no vayamos a Siberia a entrenar), y marquistas a por el vodka con naranja.
Próximos territorios inhóspitos para esta patética de hoy, esperemos con clase a la nueva Furia española. O república de naciones, o no sé qué, no sé cuántos.
Por si acaso, antis, id afilando los cuchillos contra Carvajales, Jesés o Moratas. Y empezaran, vaya con el ex tiki-taka (acaso Costa jugaba a esto, lo hará evadido a tierras británicas). Otro desembarco de reyes, más revoluciones y más huevos... de dragón.

Nueva sangre. Este relevo que hubiera debido ser menos traumático, será el reflejo de una nueva nación que no sabe hacia dónde va. Los periodistas seguirán marcados por sus colores, con un nuevo vecino del Sexto, con más aficionados bastardos como yo que se quejan por todo sin motivo, o no.
Habrá otros Xabi Alonso, señalados y evadidos por algunos compañeros (excepto Arbeloa). Pues venga, lo habéis hecho perfecto, un gran túnel para la evasión a la playa.
Barbero con Del Bosque y amigos, habéis muerto con la corona de oro fundida en vuestras cabezas. Hicisteis oídos sordos a los avisos y al cambio regenerador.
Ya es tarde, esta evasión fue predestinada al fracaso estrepitoso. Otras fuerzas, germanas o brasileñas, italianas u holandesas, se harán con la victoria en este Juego de Tronos. Juego con más pelotas.

Ahora, quememos las naves.
La Costa nos espera lista para el desembarco de las tropas en bermudas y chanclas.
Entonemos los himnos de moda veraniegos, bailando al son que nos toquen los demás. Una rubia o un zumo de naranja mecánico, una caipirinha, Lambrusco o Borgoña, el caso es pillarse un colocón que nos evada de la realidad. Bye Brasil, no nos fue bonito.
Y, señores del Marca... menos lobos.


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