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viernes, 28 de noviembre de 2014

Cristiano vs. Lionel.


El Rematador vs. el Conductor.

Me hallo ante una decisión personal que me asusta o repele a partes iguales.
He intentado escribir (o juntar letras) en una serie de ideas para conseguir dar forma a un libro, y algún amigo intenta animarme para presentarlo a un concurso y optar a unos beneficios. Pero, algo me retrae porque no me siento escritor, ni tengo demasiado interés en alcanzar un reconocimiento por esta sufrida labor, ya que no veo del todo valioso ser causa de ninguna adulación.

Se muy bien que las repercusiones de exponer un trabajo al escrutinio de la opinión pública o un jurado, pueden ser catastróficas. Pues comienzan la mediciones milimétricas sobre cada palabra u oración confeccionadas bajo la luz de una lamparilla de noche. Y no me apetece ser calificado como opinador o soñador fantasmagórico, sin una perspectiva real. Sobre todo, para no extender un reguero de burla, venganza, o en último caso de envidia.
Por eso me ha extrañado que se monte toda esta parafernalia con la entrega de un premio deportivo, como el Balón de Oro. He escuchado en una tertulia sobre fútbol, al señor José Antonio Martín Petón (reconocido anti-madridista) que Cristiano Ronaldo es un excelente "rematador"... tan sólo eso. Decepcionante.

Somos, los humanos, muy dados a poner y quitar calificativos, a criticar sin mirarnos en el espejo de nuestros propios defectos y falseados valores.
Por ejemplo, en el caso de la élite futbolística, los jugadores se borran de un partido (por unos motivos determinados) y no se aprecia ni compara con otros profesionales en otras actividades la misma acción de falta de laboriosidad. Así, no se admite que cualquiera puede involucrarse en esos días que no alcanzamos el nivel requerido y no damos pie con esférico. Aunque queramos diferenciar el ámbito económico de unos y otros como una especie de exigencia mística, aún no somos máquinas.

Bien, ya puestos a nombrar a CR7 como un buen "Rematador", propongo a Messi como un gran "Conductor". Ambos obligados a demostrar su profesionalidad (sin equivocaciones) y una voluntad de hierro con sus obligaciones profesionales, es decir, no se puede tener una mal día aunque se observe en el panorama actual una posible pérdida de rendimiento en todos los sentidos.
Podemos recordar que si bien ambos juegan en una liga de las más competidas y observadas del mundo, gracias en parte al barsa y el Real Madrid, pronto verán recortados sus propósitos competitivos, uno a perder un fuerte adversario y otro a verse jugando en una minúscula e independentista competición.

Es lógico pensar que Messi se plantee la continuación en una hipotética liga catalana contra equipos del nivel (con todo el respeto) de Sabadell, Mataró o Llagostera; especialmente si dentro de cuatro años requiere de una fuerza competitiva real para afrontar retos mayores, como ganar su único ´posiblemente` título mundial con su selección dolorida en la actualidad. Debería abandonar una situación tan onerosa y comprometida.
Al menos si los franceses con Platini a su cabeza (también su odio a lo español) no permiten al equipo extranjero acercarse a su liga nacional y patriótica. Y permitieran al barsa ganar su competición... ¡sería un ridículo inconmensurable!

Por supuesto, se dirime quién de los dos jugadores, sin duda los dos mejores del mundo en la actualidad, se alza con un trofeo que premia al mejor del año en curso. De acuerdo que ambos son igual de valiosos para sus clubes, y bien que lo demuestran sus números en las últimas temporadas, que han permitido a barsa y Real Madrid ganar importantes competiciones con su participación y sus tremendos goles.
Pero, de ahí a calificar con una palabra sus condiciones, no me vale.
Son tan diferentes, física y psicológicamente, que sería como comparar el cine de John Ford con el de Alfred Hitchcock, que tenían personajes acosados en sus producciones pero las circunstancias eran totalmente diferentes. Los escenarios planteados y el pulso de la acción o la imagen son tan divergentes que medirlos sería, cuanto menos, un atrevimiento desmesurado por cualquier aficionado.

No es que no se pueda comparar los directores o jugadores, es que aún dedicándose a la misma actividad, los espectadores no ven igual las persecuciones por el Monument Valley que un sobrevuelo de una avioneta sobre el monte Rushmore, por tanto el oficio está ahí pero la idiosincrasia personal es tan diferente como una acción con el balón en el área.
Sin embargo, ellos portan en su sangre y en sus músculos la misma pasión, y también la motivación. ¡Esto es el espectáculo!
No es cuestión de lo que representan con sus colores, ni ser más o menos atleta, pues están dedicados prácticamente en exclusividad a su físico y la técnica con el balón. Sino, su rendimiento en una temporada, con su complexión tan diferente en cuanto a la estructura morfológica de sus músculos.

Sus puntos de eficiencia en los movimientos, y sus centros de gravedad, les confieren funciones que nunca pueden ser iguales. Su potencia en el tren superior e inferior, está acorde con su altura y la velocidad en los reflejos o acciones.
Por ello, no se puede significar a uno con un calificativo, pues comparten a veces los mismos efectos de cara a portería o conducen el juego de su equipo con el máximo rendimiento posible. Generalmente, ambos no se comportan igual en el terreno de juego porque intervienen también otros factores externos, como contrario o público.
Si es cierto que en la mayoría de ocasiones, la conducción orientada en los últimos metros es más cercana a la portería en el caso de Messi, mientras que Cristiano tiene que hacer uso de unas armas que le define como rematador más completo. Pero, eso no es desmerecedor de las características especiales de los dos jugadores.
De aquí, la dificultad de significarles futbolísticamente como superior uno del otro.

Por mi parte, observo un mérito adicional en Ronaldo, pues debe enfrentarse con la envidia e incluso el odio visceral que desprenden las aficiones rivales o algunos jugadores a su alrededor, sin duda, unido al anti-madridismo enfermizo que desprenden muchos canales nacionales, y ahora gracias a Platini o Blatter también de las organizaciones internacionales. Concretamente, cuándo en otras épocas que España ganó el mundial, la afición del Barcelona no defendió la consecución del premio por parte de Casillas, Xavi o Iniesta.
Efectivamente, Messi no tiene ni un cuarto de la presión que resiste Ronaldo, ni los contrarios miden igual las entradas con uno u otro, viendo que se enfrentan al mejor equipo del mundo, el Real Madrid.

La segunda cuestión (admitiendo la calidad del argentino) es que este año del dichoso balón o becerro dorado, el ´conductor` no ha conseguido ´manejar` a su equipo ni a Argentina para lograr ningún título, e incluso ha sido superado por otros compañeros cercanos. Si desea ganar la ansiada Copa del Mundo, debería ir pensando en buscar la estabilidad, otra tranquilidad que no le condicione con la selección o se verá relegado a una despedida agridulce, como ha pasado con otras estrellas despedidas del club catalán.
Algunos defienden ese merecimiento sobre un jugador alemán, claro que sí. Pero, el problema es que se fraccionaría el voto que beneficiaría al portugués. Si los intentos de los ejecutores en los despachos no ponen de acuerdo el voto hacia un nombre en concreto, que sería considerado como una intervención mafiosa.

Siempre podemos esperar lo peor de unos mandatarios que buscan su beneficio personal, sino al contemplar ciertos comportamientos anteriores dan vergüenza ajena. Hace poco hemos visto, al presidente de la española apartando a los periodistas como si fueran moscardones, que si bien son molestos también tienen su corazoncito; mientras que sus decisiones u opiniones puedan ser ciertamente cuestionables, por no hablar de sus viajes tan de moda en el parlamento.
A mi parecer, hablan demasiado cuando les beneficia a su imagen, pero corren y se esconden cuando deben dar explicaciones de sus comportamientos. Exactamente igual que los políticos en funciones administrativas.

Así, nos encontramos según el estimado y atlético Petón, con un conductor y un rematador que dominan el fútbol mundial, con sus intenciones insaciables. Tan diferentes en lo personal como mayúsculos en su juego, recordando que ninguno es español lo cual no sumará ningún ganador de nuestro país.
A uno se le ha mantenido entre algodones durante toda su carrera, mientras que CR7 ha sido golpeado con violencia desde su llegada, pues he conocido a anti-madridistas que no tuvieron piedad desde el minuto 1 con él, despreciándole visiblemente. Y esto hay que tenerlo también en cuenta, junto con los insultos que soporta.
Ronaldo, es por tanto, el justo vencedor este año, con permiso de Messi que no triunfó con Argentina de nuevo y con su punto de mira puesto en Inglaterra. Se prevé una separación para dejar hueco a un Neymar eclipsado y una opción a la copa del mundo en Rusia. Siempre que controle su estado físico y los desaparecidos ahora vómitos, y establezca una fiscalidad acorde a su figura mundial puliendo los errores del pasado. Suerte con Mou, ;)

De momento, los aficionados disfrutemos con estos dos jugadores más espectaculares que el calificativo de mi comentario, su juego produce admiración en el mundo y debemos aprovecharlo, ya que algún día terminará su reinado en el frío cuando su brillo se apague como la vida de cualquier estrella en el universo.


Ahora a esperar que superemos al gran Málaga (con parte de la familia en tierras andaluzas) y el Valencia esté lo suficientemente unido como para doblegar a un Barcelona más flojo que otros años. ¡Hala Madrid!

martes, 18 de noviembre de 2014

Modric + Isco = Arte.

¡Modric e Isco, no versus!


Estamos en el primer cuarto del siglo XXI y pareciera que las cosas no hubieran cambiado tanto.
Desde los albores del fútbol moderno y comercial, se ha polemizado de las posibles consecuencias (llamémosles conflictos lesivos) con los jugadores profesionales cuando tienen que participar con sus selecciones nacionales... y por tanto, si caen lesionados, los
perjuicios para los clubes que se gastan el dinero de los socios para su contratación.

En el caso del Real Madrid, la cruz ha caído esta vez en un grandioso jugador de fútbol como Luka Modric (conocido por los aficionados como Lukita), un croata protagonista del gran Renacimiento de los blancos en el dominio de Europa. De nuevo, como siempre nos hemos significado. Su clase es tal que los meses que esté retirado fuera del terreno de juego, echaremos de menos sus pases y su calidad técnica. ¡Mucho ánimo Luka!

Este croata de 29 años se ha comportado de una forma ejemplar en los años que pertenece al Real Madrid, nunca ha dado un problema. Al contrario, todo lo que ha producido con sus botas ha sido un cuadro de excelentes colores dorados para el equipo, y se ha ganado a la afición. Realmente, a quién os escribe ya le pareció superior a la media de los centrocampistas europeos, mucho antes de su explosión como jugador madridista.
Nacido en Zadar, la antigua capital de la Dalmacia Veneciana también conocida como Zara, fue una ciudad imperial en distintas fases y fuente de la inspiración renacentista durante finales del siglo XIV y comienzos del XV.


Como fiel retratista de la época, Modric al igual que los pintores renacentistas venecianos encabezados por Tiziano, Tintoretto o
Veronese, ha retratado a todos aquellos que no creían en él. Incluso, ahora algunos madridistas desconfiados se decantan por enfrentar a nuestro gran jugador con otro no menos inferior como Isco. Yo defiendo a ambos y dudo del madridismo de esta gente que crea problemas donde no existen (probablemente sean infiltrados anti-madridistas, vayan a saber). Ambos son totalmente compatibles como se ha reflejado en infinidad de ocasiones en los últimos tiempos.

Zara sería bombardeada setenta y dos veces por los aliados en la Segunda Guerra Mundial, animados por el emperador Tito para acabar con el dominio italiano de Mussolini, lejos de los reflejos renacentistas de épocas brillantes. Sin embargo, no sólo su nombre sería
borrado de la nueva denominación yugoslava-croata, sino también de la cultura. Aunque, los croatas en la actualidad han perdido su
gran estrella en la selección y nosotros la magia de Luka, de los jugadores de su tierra que siempre dejaron su huella en el juego
madridista.
Un genio del Renacimiento futbolístico y camiseta blanca, que tomó la difícil tarea de la conducción del balón (tras figuras foráneas como el recordado maestro Di Stéfano, Schuster o el enorme mago y futuro entrenador Zidane) demostrando su dominio en el manierismo artístico de los grandes, un campo de visión impresionante abriendo puntos de fuga, la perspectiva y unos pases de balón milimétricos, como pinceladas en el lienzo verdoso.

Por tanto, tenemos en el Real Madrid una suerte enorme de tener un artista del fútbol con amplio reportorio y calidad contrastable.
Pero no entiendo ese intento de enfrentarle con la magia de Isco. MágIsco.
Esto no puede ser una guerra entre ´hermanos de sangre`, quizá alentada por las filas filo-catalanas o ganas de bombardear un estuario con intenciones ocultas y anti-madridistas. He visto periodistas del otro lado, casi alegrarse con el mal ajeno e intentar
detonar a un vestuario más equilibrado que nunca, o cuestionar la calidad de Modric que es una gran blasfemia. En cambio, éstos
deberán sufrir más porque dentro de unos tres meses volverá a ser jugador válido de nuestro lado. Con toda su gama de pinceles,
dejemos que recupere su pulso de artista del cuero.

Su lesión ha sido un golpe desafortunado, sin embargo, nuestro Isco es el As en la manga (junto a Kroos y los demás artistas) para
producir la excelencia artística en el fútbol de sus pies. A pesar que otro grande en el centro del campo, Don Vicente tenga cierto
escozor y recrimine su juego bonito, encima tan perpendicular como efectivo en las metas de los equipos que caen en sus regates, pases y goles. La Selección Española ha encontrado un nuevo rumbo, junto a los Jesé, Nolito, Koke, Alcácer o Morata; con paciencia aunque se pierda con Alemania en los últimos minutos, y ese entrenador que dirija la nueva etapa esperanzadora (sea Del Bosque o no, a través de otro Renacimiento en rojo y gualda) puede producir un rédito semejante al de épocas recientes, siempre que demuestren las ganas que parecen renovadas.

Es posible que Isco y todos estos grandes artistas del esférico, sean la savia que necesitaba la selección. Que demuestre con su fútbol imaginativo (casi diabólicamente surrealista) el dominio de su centro del campo, aptitudes mágicas para la elaboración de jugadas y compromiso defensivo. Todo ello es necesario para convertirse en ganador, emperador sustituto del genio renacentista y
croata, bálcanico como otros que tanto nos ofrecieron, Davo Suker, el montenegrino Predrag Mijatović, y el ahora entrenador Robert Prosinečki que luchara contra su físico castigado con semejantes lesiones a Luka.

Cuando vuelvan a estar juntos en el Madrid, veremos colorido en el cuadro o rectángulo de los sueños.
Luka, ya te esperamos... Gracias por tu gran juego.


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